Alimentando niños saludablemente: ¿cómo empezar?

Samia Cruz/ abril 22, 2015/ Blog, Nutrición, Salud/ 0 comments

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Me han pedido mucho que les hable de la alimentación en niños, así que voy a comenzar una serie de posts al respecto.

¿Cómo empecé la transición de alimentos con mis hijos?

Antes de mi cambio de vida, éramos una familia que comprábamos todos los fines de semana, comida rápida. No comprábamos una pizza para todos, comprábamos dos pizzas, llegábamos al drive in de Burger King y no seleccionábamos las hamburguesas por el sabor, sino por cual era la MÁS grande y así muchos ejemplos.

Éramos clientes leales de McDonalds y sus cajitas felices, para desayunar, comer o cenar. Hasta que todo se detuvo, (ustedes saben esa historia) y empezamos a hacer nuestros cambios.

Uno de los primeros cambios que hicimos fue porque mi hijo el grande lo pidió. Ya no quería comer McDonalds, porque empezó a relacionar que, cada que lo hacía, vomitaba peor que el exorcista. Y en otra ocasión leyó en el periódico que McDonalds engañaba a los niños con su publicidad, y muy serio nos dijo “ya no quiero comer de esa comida y tampoco quiero que me celebres mis cumpleaños ahí”, “no me gusta que me engañen”.

Pasó el tiempo y yo fui haciendo mis cambios, pero yo sabía que tenía grandes adicciones a cierta comida como eran los lácteos y los carbohidratos tipo galletas, pastas, cereales. Que no me podía contener cuando los comía y que terminaba acabándome la caja completa. Decidí que tenía que sacar TODO de mi casa, no podía vivir con el enemigo adentro.

Así que va mi primer gran consejo para tener una transición exitosa en la alimentación saludable de tus hijos.

+ SACA TODO LO QUE LOS ENVENENA DE TU CASA. Llámese azúcar, harinas, botanas malas, refrescos. Sin piedad, piensa que si hoy te dijeran que por cada probada que le das a tus hijos de eso les quitas días de vida. ¿Se los seguirías dando?

+ En su lugar llena tu despensa de fruta, verdura, semillas, agua simple, tortitas de arroz integral, mantequillas de semillas, mermeladas caseras, cereales preparados por ti, granolas preparadas en casa. Empieza a hacer la transición de lácteos a quesos veganos.

+ Prepara postres sanos, gelatinas caseras, panes ajustando el azúcar y grasas.

Hay quien me ha dicho, “pobres de tus hijos”.

No, no son pobres. Son niños normales, viviendo una infancia normal, comiendo saludable. Donde sí tienen un gusto de dulce pero en porciones controladas, donde están acostumbrados a tomar agua simple sin necesidad de pensar en saborizarla siquiera. Donde pedir una manzana para su lunch es lo más normal.

Donde hoy saben parar de comer dulces, y no porque la panza les explote, sino porque son conscientes de lo que comen. A mí me tomó 36 años de mi vida entenderlo y definitivamente no quiero que mis hijos pasen por eso.

Cuando no hay comida chatarra en casa, no les dejas opción a los niños de elegir otra comida más que la que tú tienes y es saludable. Y mejor aún, a ti se te hace todo más fácil al momento de seguir tu plan de alimentación, porque no tienes tentaciones.

No tengas miedo, no avises que no comprarás galletas, frituras, refrescos, simplemente no lo compres. El día que te cuestionen, explícales con razonamientos que te preocupa su salud, que no quieres verlos enfermos, que esos alimentos les quitan vida, que no los nutren y que tú los quieres tanto que no puedes hacerles daño.

Con amor nuestros niños entienden y, si no te entienden hoy, en algunos meses lo harán.

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