24 de enero 2019

Diseño/ enero 24, 2019/ Abundancia ilimitada/ 0 comments

Enero 24

Bendiciendo nuestras circunstancias

Después de aceptar nuestras circunstancias actuales, no importa cuáles sean, debemos aprender a bendecirlas.

Efectivamente, ¿bendecir la miseria?

A través de tus dientes apretados si es necesario. Por lo general, no sabemos porqué ha ocurrido algo y no lo sabremos hasta que haya suficiente distancia para mirar hacia atrás. Sin embargo, bendecir lo que nos molesta es la rendición espiritual que puede cambiar incluso las situaciones problemáticas para mejor. Bendecir las circunstancias en nuestras vidas también nos enseña a confiar. A lo largo de los años, mis lecciones más fáciles y alegres han sido aprendidas a través de la bendición. Si estás enfermo y cansado de aprender las lecciones de la vida a través del dolor y la lucha, bendecir tus dificultades te demostrará que hay una mejor manera.

Una poderosa serie de bendiciones que aprendí de las enseñanzas de Stella Terrill Mann, una ministra de Unity que escribió durante la década de 1940, nos animaba a saludar la mañana con la afirmación: “Bendita sea la mañana para mí y para los míos”. Al medio día declara “bendito sea el día para mí y para los míos”, y por la noche, invoca esta oración: “bendita sea la noche para mí y para los míos”.

A medida que avanzas tu trabajo en casa o en la oficina, afirma: “Mi trabajo es una oración por mi bien y por el bien de los míos”. Estas afirmaciones del bien traerán muchas bendiciones a tu vida diaria, como lo han hecho en la mía.

Entonces comienza a contar tus bendiciones. Empieza hoy. Haz un inventario espiritual de todas tus bendiciones. Mira si no puedes llegar a 100. Nos sucede tanto bien, pero en el apuro de la vida cotidiana no nos damos cuenta ni lo reconocemos. Escribirlo enfoca nuestra atención en la abundancia que ya está a nuestro alcance y la hace real.

(Inspirado en: Simple Abundance: A Daybook of Comfort and Joy, Sarah Ban Breathnach. 1995, Editorial Grand Central Publishing)