05 de febrero 2019
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Febrero 05
El mundo es demasiado con nosotros
“El mundo es demasiado con nosotros”, se quejó el poeta William Wordsworth hace más de 200 años. “Obteniendo y gastando, desperdiciamos nuestros poderes”. Hoy muchas mujeres estarían de acuerdo con él. Estamos crónicamente agotados por la “obtención”, la cantidad de energía que se gasta en ganarse la vida y hacer malabarismos con las demandas del hogar y el trabajo. Y la realidad de la crisis financiera para algunos significa que estamos pagando ahora por el gasto de ayer.
Pero a pesar de toda la fatalidad y el pesimismo que constantemente ataca nuestros sentidos, hay una manera para que podamos rescatar nuestras vidas y reclamar nuestros futuros: consiste en alejarnos del mundo para reconocer lo que en la vida nos hace verdaderamente felices. Para cada uno de nosotros eso será diferente. Pero una vez que obtengamos este conocimiento interno, poseeremos la capacidad de transformar nuestro mundo exterior. “Puedes vivir toda una vida y, al final, saber más sobre otras personas que de ti mismo”, nos recuerda el piloto y escritor Berryl Markham. No podemos dejar que esto siga ocurriendo.
Hoy, aléjate deliberadamente del mundo. No leas los periódicos ni mires las noticias de la noche durante una semana, o más, si puedes soportarlo. Evita las revistas brillantes con trajes costosos diseñados para el éxito. Aléjate de las opiniones de los demás por muy talentosas, creativas y célebres que sean, a medida que continúas tu viaje interior. Absorbe el impacto de volverte consciente de que muchas de tus preferencias y opiniones no son realmente tuyas. Comienza, en cambio, a escuchar el susurro de tu auténtico yo diciéndote qué camino tomar. Siempre se nos muestra el siguiente paso de nuestro viaje personal único. Puede ser tan simple como limpiar tu escritorio para que puedas encontrar el folleto del curso de extensión de clases de pintura para adultos.
Solo cuando se silencia el clamor del mundo exterior podrás escuchar la vibración más profunda.
Escucha cuidadosamente.
El espíritu está tocando tu canción.
(Inspirado en: Simple Abundance: A Daybook of Comfort and Joy, Sarah Ban Breathnach. 1995, Editorial Grand Central Publishing)
