Enloquecí para SANAR
Sí, algunos me llaman LOCA por despertarme todos los días a las 3:50 am para estar sentada de blanco en mi tapete a las 4 am sin falta todos los días (a menos que algo extraordinario suceda una noche antes).
No sé si lo sabes, pero soy maestra de Kundalini Yoga y ahí tenemos una practica espiritual que hacemos en las horas ambrosiales de la mañana, esas horas en las que no hay ruido alguno, la obscuridad está en su punto más fuerte y solo estás tú, en tu tapete, vestida completamente de blanco, con un turbante o gorro o algo que te tape la cabeza.
Enloquecí cuando dije “quiero hacerlo”, enloquecí doblemente cuando dije “quiero llevar a mi Tribu de Almas a que lo haga conmigo”, enloquecí cuando, en el frío de Diciembre y tu cama se ve de lo más arropadora, tomé la decisión de ir a la CONQUISTA. Sí, a la CONQUISTA de mi propia libertad, de vencer mis miedos, mis propias limitaciones.
Cada mañana es un ejercicio diferente. No puedo negarte que al principio de esta SANA costumbre me cansaba, llegaba al tapete más dormida que despierta, me cuestionaba qué estaba haciendo ahí si el día tiene 24 horas para dar clases, porque yo quería darla a las 5 am y eso representaba prepararme una hora antes para dar mi clase.
Mi preparación no solo es ataviarme en ropas blancas y un turbante, lavarme los dientes, ir al baño. Mi preparación espiritual es la MÁS importante. Es en ese momento donde cada mañana sigo un ritual sin haberlo creado, entro a mi espacio de meditación, pongo mi difusor de Doterra con aceites esenciales, tomo mi tapete de yoga, mi manta, enciendo una vela para mi luz del día, un poco de incienso (una amiga, hermana querida, me ha regalado tantas varitas para mi día a día), saco mi libro de la clase que daré y listo… estoy preparada para entrar en mí.
¿Cómo entro en mí? A través de la oración y de esa plática tan intima, entre cuates, brothers, con El Creador.
Todos los días espero esa hora. Es mi cita de amor, porque puedo hablar sin que me juzguen, sin que me interrumpan, es la hora en la que doy las gracias por todo lo acontecido en mi día anterior, en la que vengo a pedir ayuda para tener más FE, en la que vengo a soltar todo (mi rendición), en la que vengo a ocupar el estado de “copiloto de mi vida”.
Esta hermosa práctica mañana a mañana, me dio ese enorme regalo, entender que se vive mejor desde el estado del copiloto, que siempre queriendo ser yo la que maneje, dirija, controle todo.
Después de pasar por todas las terapias de sanación, de liberación, de encuentro. La única que me ha dado resultado es RENDIRME al Creador y ENTREGAR todo. Aquí aprendí y cada mañana aprendo a vivir sin expectativas, me ha regalado la maravilla de quitarle todas las etiquetas a la gente, me ha regalado el don de ver a todos con los ojos del amor. Y OJO, aclaro, no soy una santa, ¡en lo absoluto!, me pongo hulk, hago berrinches, me sacan mi genio, le saco el genio a los demás, pero lo que sí es absolutamente cierto, es que cada día son menos esos episodios de terror.
Mi nombre espiritual en Kundalini Yoga es Amrita Sandesh Kaur (significa: “quien recibe el néctar de la gracia de Dios a través de la disciplina y la calidad de una práctica espiritual perfecta”) este nombre así me fue asignado. Y lo AMO, claro, AMO a Samia, pero en este nombre he encontrado la verdad de mi vida. DISCIPLINA + ESPIRITUALIDAD = VIDA FELIZ. Entonces, esta locura mía se basa en la disciplina cada mañana, a la misma hora, en el mismo tapete, en mi misma cita de amor. Primero en comunión con El Universo y después en comunión con mi Tribu de Almas. He logrado entender con el paso del tiempo, que solo adentro de mí están todas las respuestas. Seguro esto lo has leído muchas veces, pero la pregunta es, ¿ya buscaste en tu interior?, ¿o solo sigues saltando de flor en flor, porque tienes miedo de entrar a ti? Meditar no es más que un paso para acercarte a tu verdad.Orar es el eslabón que construyes todos los días en la fortaleza tuya con el Creador. Práctica Diaria es ese baño mental y acondicionamiento que te das a ti misma para vivir y no sobrevivir en el día con día.
Disciplina con Amor, es tener la capacidad de dejar tus viejos patrones de comportamiento para buscar crear nuevos que te permitan vivir en la LOCURA de una vida en paz, feliz y de abundancia
¡Que me llamen LOCA!
Siempre lo valdrá, porque voy de tu mano y en el aquí y el ahora, mi felicidad es una locura constante que me permite verte a ti, a través de los ojos del amor.
Con amor,