No más excusas…
Cuántas veces no nos hemos ni siquiera levantado de la cama y ya estamos llenos de excusas para no hacer algo que tenemos, deberíamos o nos haría bien hacer.
A mi me pasa frecuentemente cuando tengo que correr intervalos. Mi entrenador me pasa el entrenamiento todos los lunes por la noche (estoy esperando ahorita la tortura, jijiji) y cuando ya vi que viene, es como si mi cerebro se programara para que los días duros yo me despierte con CUANTA excusa ustedes puedan imaginar.
Y es horrible, porque la mente es poderosísima, y si la dejamos pues se chifla y nos manda, nos controla, se apodera de nosotros y pues no.
Aquí mandamos nosotros y tenemos que sacar esa fuerza de voluntad, ese coraje, recordarnos por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo, pero HACERLO.
Porque las excusas se pegan y pueden destruir todo lo que nos ha costado mucho trabajo.
Y aplica a todo. ¿Qué pasa si no ahorro este mes? no pasa nada, ¿qué pasa si me como sólo una galletita hoy? mañana me aplico y cuál que vuelves a caer. ¿Qué pasa si descanso hoy, cuando yo sé que mi descanso es el jueves? pues que seguro descansaré en lunes y en jueves. Y así me puedo seguir.
Entonces, amigos, NO EXCUSAS… ¿quieres algo? pues trabaja con todo por obtenerlo. Seguro no será fácil. Seguro encontraremos piedritas y piedrotas. Seguro trataremos de sabotearnos nosotros mismos, pero NO te permitas fracasar.
Pega esa meta que quieras por todos lados, yo tengo pegados corazones. Sí, corazones por toda mi cocina y seguramente quienes los han visto dirán “vieja ridícula, muy enamorada” y pues si, esos corazones representan mi compromiso conmigo misma para cuidarme, para que cada que abra el refrigerador, la alacena, vea los corazones y sean la luz que me ayuden a tomar mejores decisiones al momento de comer.
Este camino de salud no se acaba al alcanzar tu meta, al contrario, es el inicio de muchas otras.
¡Feliz día!
[facebook] [retweet][twitter name=”name”][/retweet]