Domingo por la tarde…
Domingo por la tarde, disfrutando un frapuccino casero preparado por mi, seguido de una buena dosis de color.
AMO pintar, desde que era niña podía pasar horas pintando y pintando. Mis papás siempre me regalaban colores para disfrutar mi pasatiempo. Dejé de hacerlo por un tiempo y cuando lo retomé sentí que el tiempo no había pasado y que ese amor a la pintura y no digo artística, sino a manera de deshago, sigue conmigo.
Llevo días pintando una hoja diaria, como terapia, como forma de meditación, como forma de reconexión conmigo misma.
Te deseo el mejor inicio de semana y vamos con toda la actitud para tener un mes de agosto maravilloso.
Con amor,
Samia
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