6 de Enero 2019

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Enero 06

De pie, hasta las rodillas en lo profundo de un río y muriendo de sed.

La primera vez que escuché la hermosa interpretación de Kathy Mattea de la canción country “Standing knee deep in a river”, me dirigía a la escuela de mi hija para recogerla. De repente tuve que detenerme porque no podía ver el camino que tenía adelante. Hasta entonces, había sido un día ocupado, pero bueno. No estaba consciente de estar triste o deprimida. Entonces, ¿por qué estaba llorando?

Mientras Kathy cantaba a las amigas que había dejado por sentado, a la gente que conocía y un mundo maravilloso lleno de extraños, que solo esperaban hacer una conexión con nosotros (mientras apartábamos nuestros ojos), algo profundo dentro de mí se agitó. Había tanto que daba por sentado, no quería seguir viviendo de forma inconsciente.

La revelación de que tenemos todo lo que necesitamos en la vida para ser felices, pero simplemente carecemos de conciencia para apreciarlo, puede ser tan refrescante como una limonada en una tarde calurosa. O puede ser tan sorprendente como arrojar agua fría en tu cara.

¿Cuántos de nosotros pasamos por nuestros días secos y vacíos, sedientos de felicidad, cuando estamos realmente de pie en el río de la abundancia? Sin embargo, no se equivoquen al respecto. El Universo captará nuestra atención de un modo u otro, con un sorbo o un chorrito.Elijamos hoy para calmar nuestra sed de la “buena vida” que creemos que otros lideran, al reconocer el bien que ya existe en nuestras propias vidas. Entonces podremos ofrecer al Universo el regalo de nuestros corazones agradecidos.

(Inspirado en: Simple Abundance: A Daybook of Comfort and Joy, Sarah Ban Breathnach. 1995, Editorial Grand Central Publishing)