A dos días de cerrar el año :)
Estamos a dos días de cerrar el año. No sé cómo haya sido tu año, pero el mío fue un año hermoso, con subidas, bajadas, con ajustes de rumbo. Concreté algunas de mis metas, otras necesitan redefinición, pero en general creo que el balance es bueno. En definitiva doy gracias Dios por darme estos 365 días para vivirlo y disfrutarlo.
A mí me gusta todo lo que tiene que ver con cierres. Cierres de día, semana, mes y año. Cierre de proyectos, cierre de capítulos en mi vida, cierre de metas.
¿Por qué me gustan los cierres? Porque son mi oportunidad para abrir camino, mejorar. Y es increíble como si realmente pones tus planes de forma concreta, éstos se llegan a realizar.
Este año aprendí a decretar, ya no a desear. Los deseos se esfuman como se apagan las velitas del pastel. En cambio los decretos se hacen realidad si los trabajas todos los días desde el fondo de tu corazón, si te rodeas de gente que comparta tu misma manera de ver la vida.
Aprendí que debía memorizar mis decretos, en lo que quería transformarme. A algunos de mis decretos les puse más corazón que a otros. Para ser sinceros, a unos les di más prioridad, pero así es esto en la vida. No siempre todo pesa igual y así mismo nos desarrollamos en nuestros decretos y es totalmente válido.
Este año le volví a dar mayor prioridad a mi salud, a mi cuerpo y todas las metas relacionadas con eso, como eran volver a correr un maratón, ser constante y disciplinada en el ejercicio y mi alimentación, estudiar para ser Health Coach y nutrióloga deportiva. Y volví a darle prioridad porque estoy convencida de que, para mantenerme en el carril de este estilo de vida saludable, todavía debo seguirlo trabajando, debo convertirme en una máster de un estilo de vida duradero.
Para el 2015 estoy segura que volveré a incluir muchos de esos planes en mis decretos y meteré otros que han venido despertando mi interés y otros serán las cosas urgentes que no puedo seguir posponiendo. Todos de acuerdo a mis prioridades de vida, a lo que yo quiero y que estoy decidida a trabajar.
Hoy te invito a tí a que no le dejes a las uvas y a los deseos tu futuro. Mejor decrétalo, escribe cómo te quieres ver en este 2015, en qué te quieres convertir y hazlo. No te preocupes por lo que no lograste este año, ocúpate del resto de tu vida, de la agenda limpia que tú si puedes decidir cómo llenar. Quizás al leerme pienses que esto no sirve, que tu vida siempre será igual, que no hay forma de avanzar y eso no es cierto. Vuelvo a decirte si tú crees que puedes, entonces ya tienes la mitad del camino recorrido.
Te pido consideres tu salud como una prioridad. Ya sea comer mejor, hacer ejercicio, meditar, aprender una técnica de relajación, dormir ocho horas diarias, salir a tiempo de tu trabajo para darte tiempo a tí, dar ese siguiente paso en lo que has venido haciendo, salir de tu zona de confort para alcanzar esa meta que hoy puede parecer lejana, pero que si la empiezas a trabajar desde hoy cada día será más cercana.
Y recuerda, fracciona tus metas largas en metas cortas para que sean alcanzables.
Te deseo con todo mi corazón un 2015 lleno de salud, de amor a tu cuerpo, de fortaleza para luchar por lo que deseas, de paciencia para saber esperar el tiempo que sea necesario para alcanzar tus metas. Y cuando digo paciencia, no es que te tires a esperar a que la magia suceda sola, no. Lo que te quiero decir es que las cosas bien hechas llevan su tiempo, en un estilo de vida saludable, en la perdida duradera y sostenible de kilos y grasa no hay magia, solo hay trabajo, esfuerzo y mucha fe en ti, en que tú serás el artista de tu vida misma.
Te deseo que todos los días tengas tiempo para ti. Que todos los días te recuerdes a ti mismo y recuerdes que lo que tú no hagas por tí hoy, nadie lo hará.
Te abrazo fuerte con todo mi cariño y finalmente deseo que tú y yo podamos seguir siendo compañeros de viaje en esta vida que se llama salud.
Con amor,
Samia
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